Hay formas correctas e incorrectas de renunciar a tu trabajo. Hacerlo de manera incorrecta puede generar malos sentimientos con tu empleador, recriminaciones o incluso una mala referencia. Por otro lado, una renuncia correcta contribuirá al éxito continuo tanto en tu desarrollo personal como profesional.


La reunión de renuncia 

Decide lo que vas a decir y cúmplelo. Tu jefe intentará sondearte para obtener más información, detalles que es posible que no desees dar en esta etapa. No seas obstructivo, pero deja en claro que estás presentando una renuncia. Enfatiza los aspectos positivos de tu experiencia laboral, ya que nunca se sabe si coincidirás nuevamente en un futuro con tus antiguos empleadores, por lo que no te enfoques en los aspectos negativos de tu tiempo en la compañía. Espera una reacción de tu jefe. A menos que él ya espere tu renuncia, tu notificación será una sorpresa. Tu jefe puede reaccionar emocionalmente o incluso de manera confrontacional, en cuyo caso, apégate a tu discurso preparado. Mantén la compostura. Es posible que tu jefe ya no te vea como un jugador de equipo e incluso se sienta traicionado. Una vez más, apégate a tus comentarios preparados y no entres en confrontaciones con él. Comunícate de una forma tranquila y mesurada. Deja siempre la reunión con una buena impresión y sé lo más cooperativo posible. Has hincapié en que delegarás tus responsabilidades de la mejor manera que puedas. Las personas recuerdan tanto la primera como la última impresión que les generas.


La renuncia por escrito

Una carta de renuncia escrita siempre te da más tiempo para preparar lo que quieres decir y te da un mayor control de tu mensaje. Aprovecha esta oportunidad de manera constructiva. Una carta de renuncia solo debe incluir la siguiente información: nombre, fecha, la persona a la que va dirigida, un aviso de terminación del empleo, cuándo entra en vigencia y finalmente, tu firma. Si te vas en circunstancias positivas y sientes que quieres decir un poco más, nuevamente, enfatiza lo positivo. Podrías agradecerle a tu jefe por las oportunidades que te brindó; nunca se sabe cuándo es posible que necesites que tu ex empleador responda por ti o te dé una referencia. Sin embargo, si te vas en circunstancias difíciles o adversas, resiste la tentación de hablar mal y desahogarte. Recuerda que tu carta de renuncia se puede utilizar para diferentes motivos en el futuro. No le des un enfoque personal. Una carta de renuncia por escrito no es el vehículo para decirle a tu jefe aspectos negativos que pensabas de él. Nunca es de buena educación incluir comentarios personales. 


La contraoferta

¿Es esto lo que quieres? ¿Ha cambiado algo desde tu intención de renunciar? ¿Por qué decidiste renunciar en primer lugar? ¿Continuarás en la misma posición dentro de la empresa? Tu jefe ahora podría dudar de tu compromiso al 100% con la empresa. Quizás sería mejor seguir adelante. Habiendo querido renunciar una vez, seguramente estarás tentado a buscar un empleo alternativo nuevamente en un futuro cercano. ¿Cómo afecta la aceptación de una contraoferta a tu integridad con tus empleadores? Nunca se sabe cuándo volverás a encontrarte con ellos en el futuro. Te recomendamos revisar las sección de 10 razones para no aceptar contraofertas en esta asesoría de carrera. 


Renunciar en el tono correcto

Asegúrate de haber notificado tu renuncia con suficiente antelación a la empresa. Un período de notificación puede estar incluido en un contrato de trabajo o en las políticas de la compañía. Cuando no se estipule un período de preaviso, es recomendable un períodos de 2 a 4 semanas para que se lleve a cabo cualquier traspaso de trabajo. Asegúrate de haber finalizado las tareas pendientes y de haber participado en la entrega de cualquier trabajo sin terminar.

Asegúrate de que tu jefe sepa que has participado activamente en este proceso y que has sido lo más cooperativo posible. Tómate un tiempo para hablar con tus pares y asociados. Bríndales apoyo y has comentarios positivos sobre su contribución a tu tiempo en la compañía. Intenta mantenerte en contacto porque, nuevamente, nunca se sabe cuándo estas relaciones serán útiles para tu desarrollo personal y profesional en el futuro. Asegúrate de negociar un acuerdo de salida justo, que incluya todo salario pendiente, derecho a vacaciones y pagos de comisiones que te correspondan.